10 kilómetros al 9,3% y acabando a más de 2.200m. ¿Qué te parece? ¿Dispuesto a sufrir un rato sobre tu bici? El perfil de este puerto es tan uniforme que si te tomas el tiempo del primer kilómetro y lo multiplicas por 10 el resultado se parecerá mucho al tiempo que finalmente inviertas para llegar a la cima. ¿Te sientes con fuerza? El Giau bien se merece una ascensión sin interrupciones. Dicho esto, manos a la obra.
En el Giro 2016 el Passo Giau se subirá en la etapa 14 y no será ni mucho menos la única dificultad montañosa de la jornada: Pordoi, Sella, Campolongo, Valparola… le acompañarán en una etapa de 210km que se presume interminable y decisiva. Los tres cocos del recorrido son sin duda Pordoi, Giau y Valparola. Hace unos días ya os invitábamos a entrenar sobre vuestro rodillo con la subida virtual al Pordoi, así que hoy le toca el turno al Giau.
El Passo Giau se subió por primera vez en 1973 cuando aún buena parte era sterrato, y en aquella ocasión el vencedor fue el Tarangu, como se conocía al ciclista español José Manuel Fuente. Por cierto, en aquel Giro estuvo de líder desde la primera hasta la última etapa un tal Merckx. También el Giau fue el inicio del calvario que sufrió Fignon durante la disputa del Giro del 92. Ha sido Cima Coppi del Giro tan sólo en dos ediciones.
La vertiente que estás haciendo es la más exigente de las dos posibles, y posiblemente la más espectacular con sus 29 curvas de herradura, numeradas desde la base. Hasta el kilómetro 6 de la ascensión ésta discurre entre altos pinos a ambos lados de la carretera. A partir de ahí los pinos se vuelven dispersos y dan paso a los pastos, lo que permite obtener inmejorables vistas del monte Nuvolau.
Nosotros tuvimos ocasión de conocerlo hace unos años y damos fe de su dureza y belleza. Subirlo en casa montado en el rodillo de la mano de iGrupetto claro está que no es lo mismo que disfrutarlo in situ rodeados de tiffosis, pero a nosotros nos sirve para rememorar la estupenda y extenuante subida que hicimos entonces. El que os habla prácticamente estrenaba bicicleta y no había apretado suficientemente el sillín a la tija. Al poco tiempo de empezar y cuando ya iba mano a mano con otros dos aficionados que me encontré, el sillín comenzó a bascular verticalmente. Pero claro picado como andaba, con las pulsaciones disparadas no era plan de pararse a apretarlo para que se me fueran los compañeros, así que tuve que subir medio puerto al estilo Contador, que no a su velocidad claro está. Espero que disfrutéis de la subida casi tanto como he disrutado yo preparando este post.
